
Prevención, protección y atención, persecución, reparación y reintegración, fueron definidas como las etapas del delito de la trata, un negocio que “moviliza mucho dinero a nivel internacional” y que hiere la integridad moral, física y los derechos humanos de quienes caen en sus redes.
Con más de un 80% de víctimas entre mujeres y niñas, para fines primarios de explotación sexual, laboral y tráfico de drogas, en los últimos cinco años han sido asistidas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 900 víctimas de trata en la República Dominicana.